sábado, 30 de noviembre de 2013

Terrorismo – La Última Guerra Civil en el Perú (1987...)

Al final del año 1987, la inflación estaba en un 114.5%, evidenciando cada vez más la terrible situación del país. A partir de 1988 y 1989 los grupos terroristas intensificaron su ola de atentados en Lima y en otras ciudades frente a la impotencia gubernamental.

Sendero Luminoso liderado por Abimael Guzmán atacó a pueblos y cometió grandes atentados  violentos en la Sierra Sur del Perú y Lima. Se concluyó que este grupo fue responsable de la matanza de 31,331 personas. Entre sus acciones subversivas están la destrucción de postes de luz y cable, asesinato en la comunidad de Lucanamarca  en Ayacucho y coches bomba en atentados como el  del jirón Tarata en Lima.

A menos de veinte días de la transferencia al nuevo gobierno, Víctor Polay y 47 militantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) lograron fugar del penal de "máxima seguridad" Miguel Castro  Castro a través de un túnel de 330 metros construido desde fuera del penal. Por la precisión  del diseño del túnel, la policía supuso la participación de personal  altamente calificado.

Más allá del hecho mismo, la repercusión obtenida por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA)  a nivel nacional e internacional, constituyó un duro cuestionamiento no sólo a  la  estrategia anti-subversiva del gobierno, sino también a la capacidad operativa de las  autoridades policiales y penales.
Estos atentados aterrorizaron a la población por su gravedad y crueldad,  por ello el Estado declaró Estado de Emergencia, miles de personas eran asesinadas y la guerra contra el terrorismo continuaba. Entre esas personas también personajes muy importantes fueron víctimas de las ideologías senderistas o emerretistas, por ejemplo María Elena Moyano, diplomáticos y empresarios con gran poder.


A pesar de que la violencia tuvo un carácter masivo y estuvo concentrada en las zonas más marginadas y excluidas de la sociedad peruana, muchos de los testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad nos indican que los principales actores del conflicto armado interno desarrollaron un conjunto de prácticas de selección de sus víctimas al interior de determinados grupos poblacionales.

Las manchas más oscuras en el mapa 1 representan aquellos distritos con mayor número de víctimas fatales reportadas. Como se aprecia, éstas forman una especie de línea a lo largo de la sierra y selva de la mitad central del país.

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